MEMORIAS DE VIGILADOR 3
El
recibidor del edificio en donde hago mi
vigilancia nocturna es rodeado de paneles de vidrio transparente
así como es su puerta, su piso es de baldosas cerámicas blancas que se continúan en el atrio que
da a la amplia puerta de rejas lindante con la vereda .
Hago
este prolegómeno a fin de ubicar al
lector en el espacio geográfico al que me voy a referir para relatar
el incidente de esta ocasión.
En
cuanto al espacio temporal diré que fue hace un buen tiempo. Tanto como para justificar
otros acontecimientos en apariencia irreales
o de fantasía extrema ocurridos con
posterioridad y que se polarizaron en
augurios de civilizaciones milenarias.
Y
relato.
El
ojo vira de inmediato y veo que ese objeto
no golpea sinó que se apoya suavemente .
Cualquier objeto caído hubiera rebotado en el suelo ¿No?
No,
éste no. Y se queda
quietito.
Es
un cilindro , calculo, de medio metro en largo
y veinte centímetros en diámetro con los
extremos redondeados, de color… de
color… No existe ése color…
En
un momento comienza a salir por ninguna puerta sinó a través de su pared una , dos, tres,… varias bolitas de colores distintos ya sí identificables en rosa ,
celeste , verdoso,…
Flotan en el aire. Son de una pulgada más o menos .
—¡Oh ,
my God! —exclamo.
Es que la aculturación de mi sociedad saca
desde dentro
mío esta expresión.
En
otro momento , dos de las bolitas vuelan
directamente hacia mí y grito —¡Revientan los vidrios!
¿No? ¡No!
No, pasaron a través de los vidrios sin… sin…
—Hola, José Galeano —escucho.
—¿Qué hacés levantado a esta hora ? —le respondo a Marcelo,
el encargado que vive en la Planta Baja.
—Hola, José Galeano —me repite la voz dentro de mi cabeza—. Somos las bolitas que
estamos frente a ti. Venimos de otro mundo ,
del planeta Agra Positivo de la
Constelación de la Cruz . La esfera
rosa soy yo, Elsa, y Perg es la esfera celeste .
Además
de sorpresa, imaginación, desesperación y todas esas cosas que
a uno lo ponen patitieso, me invade un hálito de
familiaridad en lo que me transmite la bolita. Algo
así como que
“ya lo escuché en otra parte ”, sobre todo
cuando me repito sus nombres.
Y
sí, es la bolita que me habla.
—Te
necesitamos —dice Perg.
“Que éste planeta
Tierra evoluciona constantemente y se
avecinan cambios drásticos para la supervivencia del humano . Que el
planeta cercano, Marte ,
reúne condiciones de habitabilidad suficientes
para continuar la vida humana en una nueva civilización. Que yo
debo difundir información de tipo
literario para concientizar sobre
los cambios que ocurrirán y, eventualmente , paliar
desbordes de locuras o esquizofrenias en
la población.”
No
sé quien leería las tonterías que escribo pero, leyendo mi
cabeza, prometen ciertos canales de
comunicación por los cuales llegarían mis notas a la gente .
También
pienso, en un rapto suicida ,
que sería mejor que
desapareciera el humano ya que , en constante
autopredación, se asesinan por litros de petróleo y kilos
de oro para , además, contaminar
el ambiente y continuar
el genocidio.
Los
extraterrestres me
dan razón pero también dicen que hay
otros humanos que
luchan por preservar
la buena vida de las comunidades y todas estas acciones que llevaremos adelante son para
confirmar su obra .
Otro
dato me alarma
pero que debo tomar
como cosa juzgada es que las cucarachas se irían a comunicar
conmigo para darme instrucciones sobre la parte que me toca en toda esta
cuestión.
—¿Las cucarachas? —exclamo.
—Sí, son humanos
metamorfoseados a través de los siglos por
causas climáticas físicas
y químicas . Quqa es quien hará contacto contigo —aclara Perg.
—Buena misión —augura Elsa.
—Buen viaje —digo (¿Qué les voy a decir?) cuando ya salen a través del vidrio y
entran todos al… a la nave .
La
nave se eleva y desaparece.
¡¡Extraterrestres !!
¿¿Por qué a mí??
Elsa
y Perg… ¿De dónde me sigue sonando?
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