EDAD DORADA
Y sin embargo
es inevitable
el escaparse de lo implacable
pues tu
perfume en mi
cama está.
Quedó ese signo ,
quedó esa marca
de la contienda en la comarca
y me
persigue como diciendo ¡Espérala!
Estás ausente
y estás presente
Ineludible estás en mi
mente
y al roce activo de nuestras pieles la vida va.
en que cada día es toda la vida
y el tiempo late la eternidad.
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